
Candlebox no es un nombre que de primera le suene a mucha gente, claro como no, si murieron jóvenes. Los integrantes tuvieron vida corta para aportar en el grupo y con ello diversificar el menú musical del grunge (aunque la inclusión de esta banda en el género es discutible).
¿CÓMO LOS CONOCÍ? En algún día de semana santa del año 2001, escucho en la radio rock& pop "Far behind", una canción que sabía que mi mente tenía almacenada en alguna parte, y tal vez fue por eso que las tripas se me llegaron a retorcer de tanta mariposa o murciélago que revoloteaba en mi estómago. Cuento aparte es lo bella que es la canción.
Durante el mismo año me prestan un casette que contenía el disco homónimo del grupo. Meses después vi el video de- como diría Alfredo Lewin- “ esa power balad”, aunque realmente no estoy segura si lo es 100 %, y me quedé ahí con a esas alturas un verdadero dolor estomacal, porque el material visual está muy bien hecho, bastante acorde con la canciocita.
La gracia es que hasta el día de hoy ese disco me produce nervios en el sistema digestivo. De hecho el año 2003, estando yo en 4º medio y responsable de una tocata, permití al grupo en donde tocaba un compañero (formado también por bebés de 1º) que hiciera su aparición en el show solo si tocaba Far behind, Blossom o you de Candlebox.
La banda fue el primer acierto que trajo dividendos económicos en el sello en que fichó- incluso antes que las millonarias ganancias que dejaron los más de 30 millones de discos que vendió Alanis Morissette- ., el de Madonna, maverick.
La novata disquera dio en el clavo al saber que lo que pegaba fuerte era el grunge. El rock había resucitado de entre las cenizas (como el ave fénix) y era necesario auspiciar a una banda que sonara más menos igual.
Un par de temas fácilmente digeribles para oídos del montón o más aún para aquellos hipnotizados por el estilo y listo. El resultado fue “Candlebox” su álbum debut de 1993, con una balada tan potente como “Far behind”- que en ocasiones hace confundir fácilmente al grupo con los de raza “One hit onder”- y otro con un par de peldaños más arriba en frecuencia rockera, como “You” para variar un poco el repertorio de la promoción.
El disco no dista mucho de eso, está invadido de cancioncillas lentas baratas- excepto algunas como Blossom o Don´t you- y bonitos acordes que me hicieron aterrizar de toda la oscuridad en que me sumerjo a veces. En fin son 11 temas que no te dan urticaria, sino que se apropian de tus sentidos por unos instantes y que de paso te pasan a buscar para llevarte a los más recónditos parajes mentales.
El segundo disco Lucy del 95, para muchos es el mejor, pero con un éxito comercial un poco menor al anterior. Se nota un cierto grado de madurez y las melodías gozan de revoluciones más altas.
El tercero “Happy pills” del 98, pasó casi desapercibido y no comento mucho porque no he tenido el orgasmo de escucharlo con más atención.
De ahí en adelante el grupo terminó por disolverse- aunque hasta hace poco planeaban su reunión- y con ellos el recuerdo masivo al menos para el nombre del grupo. ¿Acaso a alguien no le ha pasado que su gran hit le es demasiado familiar pero no saben de quien es?.
En fin Kevin Martin y cía es un grupo que daba para exprimir más. La liviandad de sus inicios, sumado a su promoción para ser netamente un dividendo traducido en billetes y sus contadas con los dedos presentaciones en vivo, llevaron a que gozaran de cierto desprestigio...
¿CÓMO LOS CONOCÍ? En algún día de semana santa del año 2001, escucho en la radio rock& pop "Far behind", una canción que sabía que mi mente tenía almacenada en alguna parte, y tal vez fue por eso que las tripas se me llegaron a retorcer de tanta mariposa o murciélago que revoloteaba en mi estómago. Cuento aparte es lo bella que es la canción.
Durante el mismo año me prestan un casette que contenía el disco homónimo del grupo. Meses después vi el video de- como diría Alfredo Lewin- “ esa power balad”, aunque realmente no estoy segura si lo es 100 %, y me quedé ahí con a esas alturas un verdadero dolor estomacal, porque el material visual está muy bien hecho, bastante acorde con la canciocita.
La gracia es que hasta el día de hoy ese disco me produce nervios en el sistema digestivo. De hecho el año 2003, estando yo en 4º medio y responsable de una tocata, permití al grupo en donde tocaba un compañero (formado también por bebés de 1º) que hiciera su aparición en el show solo si tocaba Far behind, Blossom o you de Candlebox.
La banda fue el primer acierto que trajo dividendos económicos en el sello en que fichó- incluso antes que las millonarias ganancias que dejaron los más de 30 millones de discos que vendió Alanis Morissette- ., el de Madonna, maverick.
La novata disquera dio en el clavo al saber que lo que pegaba fuerte era el grunge. El rock había resucitado de entre las cenizas (como el ave fénix) y era necesario auspiciar a una banda que sonara más menos igual.
Un par de temas fácilmente digeribles para oídos del montón o más aún para aquellos hipnotizados por el estilo y listo. El resultado fue “Candlebox” su álbum debut de 1993, con una balada tan potente como “Far behind”- que en ocasiones hace confundir fácilmente al grupo con los de raza “One hit onder”- y otro con un par de peldaños más arriba en frecuencia rockera, como “You” para variar un poco el repertorio de la promoción.
El disco no dista mucho de eso, está invadido de cancioncillas lentas baratas- excepto algunas como Blossom o Don´t you- y bonitos acordes que me hicieron aterrizar de toda la oscuridad en que me sumerjo a veces. En fin son 11 temas que no te dan urticaria, sino que se apropian de tus sentidos por unos instantes y que de paso te pasan a buscar para llevarte a los más recónditos parajes mentales.
El segundo disco Lucy del 95, para muchos es el mejor, pero con un éxito comercial un poco menor al anterior. Se nota un cierto grado de madurez y las melodías gozan de revoluciones más altas.
El tercero “Happy pills” del 98, pasó casi desapercibido y no comento mucho porque no he tenido el orgasmo de escucharlo con más atención.
De ahí en adelante el grupo terminó por disolverse- aunque hasta hace poco planeaban su reunión- y con ellos el recuerdo masivo al menos para el nombre del grupo. ¿Acaso a alguien no le ha pasado que su gran hit le es demasiado familiar pero no saben de quien es?.
En fin Kevin Martin y cía es un grupo que daba para exprimir más. La liviandad de sus inicios, sumado a su promoción para ser netamente un dividendo traducido en billetes y sus contadas con los dedos presentaciones en vivo, llevaron a que gozaran de cierto desprestigio...