Wednesday, November 22, 2006

La Lolita de los huevos podridos




Una mañana la chica despertó, y dio cuenta que ya tenía sus dulces 16. No recordaba lo que tenía que hacer, todo era confuso, rápido, tranquilo. Recién había nacido. Para conocerse se miró al espejo y contempló que habían crecido gemelas en un sector de su jardín corporal.
Sus ideas eran simples, en vez de construir cosas, le parecía más acertado e ingenioso desarmar cosas, tal como lo hacía el hijo de Roberto Matta.

Tal es el caso de toda chica novata, que no se atreve a destruir todo por completo, entonces prueba con un rompecabezas, el cual puede armar y desarmar cuántas veces se lo dictaran sus impulsos. De un cajón de duraznos, sacó una huincha adhesiva. Se miró al espejo y comenzó a momificar sus gemelas con guinda. Mientras lo hacía levantaba las cejas en señal de aceptación al ver cómo le quedaba su obra maestra. Le resultaba excitante realizar algo que se relacionara con una de sus pasiones, la historia. En este caso podía reactualizar la momificación que solían hacer las grandes primeras civilizaciones. Eso si a su manera, en su estilo, dándole su propio sentido. Para ello era menester fusionar su estilo con lo objetivo. Ella añoraba la inmortalidad.
Además quería dejar la rutina de los días profanos y probar al menos uno que fuese sagrado, al tratar de hacer contemporáneo algo que no correspondía a su presente histórico.

¿Presente histórico?. Lolita mira un calendario y no tiene año, sólo aparece una X, es decir es el año X, pero por alguna razón sabe que lo de las momias se realizó antes de su existencia.

La creación era necesario jolgorizarla, pero antes de pensar el cómo, dónde, y en qué forma la haría, era necesario esconder su última o talvez primera travesura.
Se da vueltas por la casa mitad piedra, mitad madera con piso subterráneo, todo era oscuro, pero lograba olfatear el aroma de la luz del sol. De pronto decidió vestirse y sacó algunas pilchas de su mochila de género anudada con pitilla gruesa y con un sólo tirante de la misma.
Tomó un abrigo negro que emanó una lluvia de polvo y moscas, una sudadera larga blanca, pantalones y zapatillas grandotas.

La dieta de Lolita se basa en huevos que le proporciona su mascota, la gallina juliana. A diario come huevos podridos, porque a ella le gusta que tanto sus entrañas como su estómago se pudran también.

La chica decide celebrar su nueva obra en un cerro, y lleva consigo su alimento favorito, huevos podridos y agua que consigue juntando las goteras que llueven en la casa.

Al salir de la casa se vislumbra el gran monte, lo sube, hay mucho sol, pero la chica no suda, es inmune al sol, quizás porque está acostumbrada a su oscuridad, y eso la hace rechazar inconscientemente lo opuesto o no semejante.
Entre más escala, una brisa le acaricia la cara. Luego es un viento, el que no es capaz de moverle un solo pelo, ya que la chica lo tiene corto, y un perfecto peinado que lo hace inamovible.
En la caminata ella rebusca en su bolsillo y encuentra una grabadora, que viene con un gran cordón umbilical, unos audífonos. Se decide a ponerle rec y grabar todo el sonido del aire, el viento y todo lo que éste expresa. Mientras camina y graba, adorna sus oídos con los audífonos con el objeto talvez de escuchar un más allá, algo más profundo de lo escuchable.
(Su idea era grabar todo ese momento especial, el antes, el presente y el después)

Ella llegó a una especie de pradera o estepa, de tierra y arbustos, muchos de ellos eran litres. Se detiene cerca de unos huérfanos pastizales secos. Mira hacia arriba y siente que es el momento de hacer una madriguera. Entre suspiro y suspiro, sus manos cavan en la tierra. Extrajo tierra quizás por muchas horas, pero no tantas para que la luz del día desapareciera.
Ahora es el momento de realizar la creación cósmica que esperó desde no sabe cuando. Lola se introduce en la madriguera y comienza a tirar sus ropas afuera del hoyo. Enjabona su cuerpo desnudo con la fetidez de los huevos podridos. Se siente extraña, tiene miedo y a la vez una cosquilla de la cual quiere escapar o hacer que cese el recorrido por su envoltorio.

En el piso la poca vegetación está como inerte, vegetal, en coma o congelada. Es como si algo se hubiese detenido. Lolita también se contagia con lo que existe a su alrededor, pero no sabe el por qué se encuentra pasmada en su lecho de tierra.
Pero de pronto hay algo más azul que el cielo, y que logra penetrar en sus ojos y distraerlos. Es un par de pupilas azules que la miran fijamente. No hay palabras ni tiempo para algo que pensar.
Diez garras ásperas comienzan a examinar su cuerpo exhaustivamente. La niña se deja, sin hacer ningún movimiento como si fuera algo de lo cual no tuviera otra opción. Lo que si la nena puede notar es que las manos están ornamentadas con un reloj, que delata que la hora es mucho mayor a la que ella hubiera imaginado. Stop! No hay palabras ni tiempo para algo que pensar.

A estas alturas la chica se encuentra salpimentada de tierra, y aquello que es dueño de las tijeras sin filo, comienza a alimentar a esa tierra hambrienta. Semillas y más semillas negras se depositan en la tierra. Y así el cofre del tesoro va creciendo, se va haciendo más rico, poderoso. Por momentos Lola se sintió como la “Tía Rica”.

Ya no se ve nada, hay una niebla que no deja verse ni los pies, ni lo que ha sucedido. Algo pasó...

Otra vez caminando quién sabe por dónde y ya vestida, Lola tropieza con algo, en realidad sus manos se golpean contra un letrero, que mirándolo con lupa parece una parada. Decide esperar algo. Al cabo de un rato pasa un viejo ferrocarril que ella hace parar y sube.

(¡Abre los ojos Lola!.) Se oye un sonidazo, parece una bomba. Es otra parada. La chica abandona el transporte que la trajo. Camina y observa. Hay letreros que dicen cosas que cambian con luces fluorescentes. Es un túnel, hay vagones con mucha gente al interior, que van en direcciones contrarias de forma casi incesante.
Alerta, y luego de pensar un rato. Gana una apuesta, nada, que ya es algo. Es el metro.

Las paredes del metro parecen asfixiadas de afiches, letreros, fotos... Lo que sea.
Nuevamente hay una parada en el metro, pero esta vez, es de comprobación. Algo flechó y dejó inmóvil el cuerpo de Lola. Es una afiche publicitario de una chica, utilizada para promocionar una marca desconocida de jeans, y que en su tronco viste una polera idéntica a la de Lola.
Las manos, el cuerpo, y el todo de Lolita se rinden al afiche. El pegafix del cuerpo con el afiche culmina con los aun rojos labios de Lola Lane besando atontada la foto. Y ahí se queda, ¿Por cuánto tiempo?. Nadie sabe.

Monday, November 20, 2006

¿Identikit?


Hace 20 años que respiro el aroma del mundo.Aun babeo con bandas de la época Grunge. Escalo hacia el país del nunca jamás. Tengo perfiles, muchos. Fumo como una condenada que aun se cuestiona sus estúpida existencia. A ratos no tengo idea en donde dejé mi cerebro, quizás en un basurero y junto con ello pierdo mi carnet de identidad.
Cuando era una estúpida teenager,me incluían en la oferta de un saco, de lo que en mi época, la prensa llamó "Generación Y", llegué a estar fétida de ganas de decir, "Hey después de los grande, las nenas aún podemos rockear"Llegué a quedar ciega por el "sAY NO DRUGS",pero el sexo, drogas y rock&roll son apetecidos por los perdidos adolescentes que buscan en algo, si es que no en sí mismos, una identificación, un quién soy.
Luego, cuando ya me faltaba la nada pra salir del high school, para algunos un infierono, para otros una parque de diversiones, me amargué y condensé locura y todo lo que ello pueda contener. El pensar tanto puede tener la culpa. "El conocimiento es mío" ----> ¿Cuál es ese?
¿Qué soy hoy? En las puertas de la juventud, una periodista al peo, con deseos ilusiones,miedos, locuras que ya no sabe en donde más expresarse, porque al parecer el mundo está tan saturado, que para cualquier menú corriente, mis ingredientes peculiares no son entendidos por muchos.
Hey chica!, te queda mucho por aprehender, porque aun debo tener algún pañal pampers guardado por ahí, para emergencias.
Ni idea, si a reglón seguido habrá un futuro que llene estos años sin nada nuevo o que se me paracerá un ángel, muerto, auspiciadores como los de la teletón o un cazatalentos. Yo diría mas bien un cazafantasmas, tal como a Pablo Longueira se le apareció Jaime Guzmán. Quizás es posible que termine por comer spaggettis crudos o mascar más a menudo las cajetillas de cigarro. No soy bruja, ni tampoco se si realmente existen. Lo que si hay en demasía, que llego a creer que deberé optar por bajar el precio, son los abismos mentales o de lo que sea que exista.
Pero en fin...Ahora solo me queda, seguir sobreviviendo... por ahora
Pd:Es un asco, pero provino de un ataque de

Wednesday, November 15, 2006

Maniquies v/s muñecas desinflables

En nuestro país según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) existe una mayor cantidad de mujeres en relación a los hombres.
Obviamente la diversidad femenina no es tan simple como decir, rubias, morenas, crespas, lisas, etc, sino que las hembras humanas se pueden clasificar de otras formas (entre las tantas que ya existen). Dejando de lado la estúpida descripción sicológica, se avistan dos tipos de chicas: Aquellas que presumen de su cuerpo y por el contrario las que lo aborrecen.

Las primeras, siempre asociadas aun perfil sicológico bastante estándar y a ratos mareador, al parecer tienen 3 mandamientos o preocupaciones corporales: trasero, pechugas y rollos.
Este tipo de especie se acopla o gusta de una similar. Por ejemplo, a las manzanas verdes grandes y brillosas las juntan con las Rojas. Un solo letrero, manzanas rojas a $x y lo mismo con sus pares de color ecológico.

En la otra cara del espejo espejito, se encuentran chicas, frecuentemente en la adolescencia se espantan con ciertas protuberancias propias de la pubertad que crecen tanto, que llegan a pensar que experimentarán un volcán en erupción en su etapa de desarollo corporal.

Mientras las niñas aspirantes a “minas de chile” alardean de sus dotes físicos y del cómo poder perfeccionarlos, realizando sesiones sabatinas intensas de belleza; depilación, cortes de pelo, atentado al closet, o hacer cuestionarios de revistas como tú, Miss 17, Cosmpolitan, Seventeen, entre otras.
Todo aquello con el objetivo de ser unas auténticas “maniquies inflables” y que el sexo opuesto tenga la oportunidad de admirarlas, tanto así que los hombres tengan la necesidad de llevar consigo un babero. Por ejemplo en medio de una fiesta, para prevenir derrames salivales y genitales.

En cambio las desadaptadas del “perfect body” prefieren ser andrógenas. Sienten vergüenza y asco por lo que la naturaleza les ha preparado en el inicio de su etapa reproductiva. No es raro esconder su piel y sus acompañantes con ropa que deja todo a la imaginación. Más aún, ¿Quién no ha practicado el famoso truco de ponerse huincha adhesiva en las mamas para ocultarlas?.

Para las “Chicas Cosmo”, oradoras y escultoras del cuerpo, queda una interrogante. ¿Qué las habrá llevado a ser, querer e intentar ser así? ¿Será la impresión de ver unas exuberantes bombas de agua de Pamela Anderson en Baywatch? ¿Será que se sintieron disminuidas ante extranjeras, cuando en los años de dictadura, ciertos programas de tv pagaron un ciclón millonario por contar con la presencia del “culo de latinomérica?.

En el caso de las nenas con timidez y rechazo corporal, deja a la imaginación si eso fue ocasionado por querer ser la antítesis de la mayoría de su sexo, ¿Quedaron con mariposas dando vueltas al ver, leer y escuchar la vida común de una mujer que trabaja como dueña de casa, es esclava del marido y parvularia vitalicia? O ¿Simplemente se comparan con las “barbarella” y se sienten disminuidas?

El mercado es bastante amplio, para todas las degustaciones. Por ende para que las hembras sigan siendo rentables, codiciadas, queridas y/o admiradas, a diario se introducen nuevas formas para acentuar los relieves del cuerpo o bien para hacerlos desaparecer a la vistas con problemas oftalmológicos.

*La chica de "Let forever be", The chemical brothers

*La muñequita de "Electric barbarella", Duran Duran