PaLoMa MáGiCa

-Si existiera un Oscar en la categoría de tarados, creo que lo ganaría. Dije, después de mirarme al espejo en reiteradas ocasiones. (Al pobre debo de haberlo trizado, después de mostrarle por varios minutos diferentes manualidades con mi apestado rostro).

Ahora que lo pienso, cada cierto tiempo que me hastío de un nada, necesito con urgencia un baño, que tenga entre su decoración un espejo. ¿Por qué me gustan esos espejos, los que están en los sanitarios? Quizás es porque es en ése lugar en donde puedes mandar tus secretos por las cañerías, cuando tiras la cadena. Cuentas todo y evitas dejar rastro con ese sonido de ultratumba.

Desde que me fui quien sabe dónde, que me disfrazo de tarada, vagabunda, mujercita, niña, viajera sin rumbo, turista, cartonera, garzona, travesti, niño, cortadora, barrendera...
Cada vez que me visto de alguna forma, no me doy cuenta. Es algo automático. Es ahí donde aparece la memoria y el cobrador automático.
Por ejemplo cuando viene alguien conocido, puedo con el solo sentir el ritmo de sus pasos saber de quien se trata. Lo mismo al sentir golpear a la puerta. Todos tienen algo por lo que se les reconoce. ¿A mí por qué se me reconoce?

La gran raíz del inmenso árbol que veo siempre, en cualquier parte, creo que es la pérdida de la magia. Recuerdo perfectamente cómo pasó eso. Yo más de alguna vez fui de vacaciones a paraísos, de esos que te muestran en los canales de viajes, pero un día pensé que era egoísta de mi parte, que solo yo fuera a descansar a tales paraísos. Por ende, decidí darles vacaciones a mis mayores asistentes, mis barbies. Ellas se llevaron el cofre mágico, áquel del antes.
Después de concluido el tiempo de vacaciones de estas niñas, nunca más las volví a ver, ni tampoco la maleta mágica. Hasta hoy me pregunto qué fue de ellas. Entre las posibilidades que barajo están. a) Se enamoraron y se casaron en alguna parte b) Fueron descubiertas por un cazador de talentos c) Se las tragó la tierra d) Fueron asesinadas e) Todas las anteriores.

Después de largos lapsos pensando la alternativa, todos me penan. Escucho voces.
- Vólate los sesos, cállate, mírame, no pienses, respira, mueve los ojos, mira hacia la derecha, ahora hacia la izquierda, tienes sed, succiónate, fuma, ensúciate, sácate lo malo, tu tienes la culpa, no les hagas caso, quédate así, así está bien, así no, no mires, obedece, ponte una venda, no eres así, eres todos, eres alguien, grita, llora, enmudécete, tienes calor, revuélcate.

- Me revuelco, basta, basta, basta, ¿Quién habla?, me caigo, que espantoso, me duele, caigo, caigo, caigo, caigo, caigo, caigo, caigo, caigo, tengo miedo, saquen todo, todo , todo, todo, todo, todo, todo, sin nada, ahora nada, nunca más, nunca más, nunca más, nunca, más.


Se terminó, ni idea cuando. En esos momentos me cansaba quedaba exhausta. Me desnudaba como podía, lanzaba un alarido silencioso al poner mute en el control remoto. Luego me veía tirada y mordiendo hacia la almohada, la almohada del sueño. Quizás ella me dirá nunca a donde se fue lo que me robaron o se me perdió, por volada. .. Maldita paloma.