
¿Quién dijo que para volarse tienes k haberte metido algo dentro del cuerpo? ¿Ser volada implica solamente ser despistada?. ¿Ser volada es sufrir algún tipo de trastorno mental?.
Yo no soy capaz de contar cuántas maneras de volarse he experimentado desde que el mundo me invito a ser parte de él, pero sí recuerdo algunas que han pasado por mi o bien las que son de por vida.
En la patética edad del paso de las muñecas barbies a las reales, te volabas y alucinabas con un sujeto que apenas se sacó los pañales, se enamora de los videojuegos y héroes baratos japoneses o norteamericanos. El instante más imbécil es que la pobre niña suspira en su casita de muñecas con el niño convertido en príncipe, pero aquel no existe, no tiene idea, de hecho siente aversión por las niñas.
En la pubertad piensas que el mundo es un error, es decir tú eres demasiado para tener que codearte con un desfile diario de marionetas con pilas agotada, entonces que más “cool” que oler un frasco plástico que dice Tolueno para que la espera por la línea de micro que te llevará por los sucios caminos de la vida sea más placentera, o si quieres se haga más lenta.
Si te ahorras el dinero para la comida, aunque en realidad no es tan grave el delito, porque el conteo de billetes y monedas las gastas, es decir haces un trueque. ¿Entonces?
Realmente comes, pero alguna hierba, a veces lo que te costó siquiera valió la pena, porque el adolescente es apetecible por el mercado.
La idea es hacer un paseo de sensaciones, rayitas, colores osadía etc. Si todo lo mezclas con cualquier cosa que sea alcohol el resultado mental es aún mejor, debido a que la basura mental logras reciclarla por algunos momentos, pero no siempre la física.
Si la cuenta bancaria de tus bolsillos es 0, apelas a por primera vez encontrarle sentido a los materiales para hacer artes visuales o manuales. Ves un tarro de Neopren, cierras los ojos, respiras, exhalas, suspiras y por momentos piensas que aun siendo menor de edad puedes dominar al mundo. Eres Cerebro rodeado de pinkies, para controlar a todo aquel que te menosprecia por tu lamentable etapa etaria.
Si te metes coca, hojas, plantas, líquido el que no entiende nada se siente privilegiado.
Con un poco más de años encima, vuelas como una gaviota con solo ver y escuchar a un tipo que sabe, te impresiona. Al contrario de todo, los tontos se sienten aun más tontos.
Punto seguido te vuelas hasta con el botar el elemento vital que permite que tu corazón siga pulsando tan fuerte como un concierto de bombos.
Y sigues con esa enfermedad, alucinas con la música te vuelves loco. Caminas de un lado a otro, tal como un esquizofrénico encerrado. Te miras hasta la mano, te inspeccionas y te haces más controles de calidad que el mismo Sernac. Te quedas embobado con una voz desgarradores, un acorde con clase.
Mueres con un “Live through this”; Te sientes lo mejor por ser lo peor con un “Dirt”; Te da eseptisemia a causa de la melancolía de un “Mellon collie”. Vuelves a los 15 con un “Contagiándose...”;, Por primera vez te sientes con estilo escuchando algo británico...
Finalmente alucinas como una hormiga si escuchas o lees algo que te parece familiar, pero es imposible acordarte porque la ampolleta se te quemó hace rato.
Yo no soy capaz de contar cuántas maneras de volarse he experimentado desde que el mundo me invito a ser parte de él, pero sí recuerdo algunas que han pasado por mi o bien las que son de por vida.
En la patética edad del paso de las muñecas barbies a las reales, te volabas y alucinabas con un sujeto que apenas se sacó los pañales, se enamora de los videojuegos y héroes baratos japoneses o norteamericanos. El instante más imbécil es que la pobre niña suspira en su casita de muñecas con el niño convertido en príncipe, pero aquel no existe, no tiene idea, de hecho siente aversión por las niñas.
En la pubertad piensas que el mundo es un error, es decir tú eres demasiado para tener que codearte con un desfile diario de marionetas con pilas agotada, entonces que más “cool” que oler un frasco plástico que dice Tolueno para que la espera por la línea de micro que te llevará por los sucios caminos de la vida sea más placentera, o si quieres se haga más lenta.
Si te ahorras el dinero para la comida, aunque en realidad no es tan grave el delito, porque el conteo de billetes y monedas las gastas, es decir haces un trueque. ¿Entonces?
Realmente comes, pero alguna hierba, a veces lo que te costó siquiera valió la pena, porque el adolescente es apetecible por el mercado.
La idea es hacer un paseo de sensaciones, rayitas, colores osadía etc. Si todo lo mezclas con cualquier cosa que sea alcohol el resultado mental es aún mejor, debido a que la basura mental logras reciclarla por algunos momentos, pero no siempre la física.
Si la cuenta bancaria de tus bolsillos es 0, apelas a por primera vez encontrarle sentido a los materiales para hacer artes visuales o manuales. Ves un tarro de Neopren, cierras los ojos, respiras, exhalas, suspiras y por momentos piensas que aun siendo menor de edad puedes dominar al mundo. Eres Cerebro rodeado de pinkies, para controlar a todo aquel que te menosprecia por tu lamentable etapa etaria.
Si te metes coca, hojas, plantas, líquido el que no entiende nada se siente privilegiado.
Con un poco más de años encima, vuelas como una gaviota con solo ver y escuchar a un tipo que sabe, te impresiona. Al contrario de todo, los tontos se sienten aun más tontos.
Punto seguido te vuelas hasta con el botar el elemento vital que permite que tu corazón siga pulsando tan fuerte como un concierto de bombos.
Y sigues con esa enfermedad, alucinas con la música te vuelves loco. Caminas de un lado a otro, tal como un esquizofrénico encerrado. Te miras hasta la mano, te inspeccionas y te haces más controles de calidad que el mismo Sernac. Te quedas embobado con una voz desgarradores, un acorde con clase.
Mueres con un “Live through this”; Te sientes lo mejor por ser lo peor con un “Dirt”; Te da eseptisemia a causa de la melancolía de un “Mellon collie”. Vuelves a los 15 con un “Contagiándose...”;, Por primera vez te sientes con estilo escuchando algo británico...
Finalmente alucinas como una hormiga si escuchas o lees algo que te parece familiar, pero es imposible acordarte porque la ampolleta se te quemó hace rato.
2 comments:
voladas???, bueno volvere a postear cuando tengo algo mas profundo que decir que, la letra hace doler los ojitos
Me huele a representante de un anti romanticismo casi patológico, en una era casi inadecuada. Me trae, de todos modos, una febril premura y deseo por los tiempos idos. Yo, por mi parte, si disfruté de mis tiempos mozos donde era príncipe azul, y a la vez soñaba con castillos y dragones. Supongo que si la gracia es despertar del sueño, ¿por qué seguimos soñando toda la vida?
Pero si, y en algo en lo que te encuentro mucha razón, es en las voladas. La gracia de las voladas son sin duda la forma en la que se presentan; y todas tienen un valor distinto. Me he metido muchas cosas en mi vida, pero toma mi palabra por cierta; mi mejor volada jamás vino de estupefaciente.
Es palabra de Kaede.
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